Cerca de 400 de ciudadanos acudieron a la plaza del Arzobispo, en Valencia, para formular declaraciones de apostasía en notas dirigidas al titular de la diócesis de Valencia, Agustín García-Gasco. La inciativa de dos militantes de la plataforma Jo no t'espere, desembocó en un acto pacífico de apostasía masiva a espaldas de la Catedral de Valencia. El palacio arzobispal permanecía cerrado. De modo que los organizadores anunciaron que volverán el día 29 de junio, día de San Pedro, para registrar oficialmente las solicitudes de apostasía. "La prueba de la vinculación entre la Iglesia y el capitalismo la tienes en que es más difícil darse de baja de la Iglesia que de Telefónica", bromeaba un asistente. Valencia se declara, así, como la ciudad más dificil donde es apostatar de todo el Estado español, puesto que no basta con enviar la carta al obispo, en según que casos exigen reuniones donde se les intenta convencer de que no se den de baja, si el ciudadano continua con su voluntad de apostatar, entonces comienza un calbario burocratico que en algunos casos esta terminando con denuncias en la Audiencia Nacional.
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